Las Hoces del Duratón o la Sombra del Buitre es Alargada

Hace muy poquito que @viajealinterior visitó Los Arribes del Duero en su parte zamorana (Podéis volver a ver el post aquí), y de nuevo nos encontramos ante otra de las maravillas de la naturaleza con las que la naturaleza en forma de erosión a «agraciado» a Castilla y León, «las Hoces del Rio Duratón» en Segovia.

Los Arribes del Duero - Zamora

Y es que la naturaleza ha dotado a esta Comunidad de mil y un paisajes diferentes, grandes y escarpadas montañas como en Picos de Europa y Gredos, los bosques infinitos y centenarios de las tierras sorianas , lagunas naturales como en Sanabria y Neila, la grande y lisa meseta castellana, o los mil colores y olores que asoman en el otoño berciano. Todos con encanto y grandiosidad, pero hay «accidentes naturales» que destacan y nos dejan con la boca abierta, esos son las grandes cuevas y gargantas naturales, como en Valporquero y Arribes del Duero, Cueva de los Franceses y Cañón del Río Lobos, o las Hoces del Río Duratón.

Y es que si hace poco «alucinamos» con los cortados y barrancos con los que el río Duero hace de frontera natural entre España y Portugal, esta vez nos quedamos con la boca abierta cuando tan cerquita de Madrid, en el medio de la nada mas absoluta, recorriendo una llanura seca, pedregosa y polvorienta, el camino se acaba ante nosotros y de repente un enorme buitre leonado emerge del abismo y pasa a escasos metros de nuestras cabezas con elegante planear, parece de película, pero existe y muy cerca, en las Hoces del Río Duratón – Segovia.

Hoces del Duratón - Segovia

Como siempre partimos de Valladolid, tenemos poco mas de 100 kms, pero hay que aprovechar el día, autovía Valladolid – Segovia hasta Cuéllar y allí SG 205 hasta Cantalejo (hoy día los GPS facilitan mucho las comunicaciones, eso si, se ha perdido el encanto de perderse en mil pueblos y preguntar a los amables paisanos, ;))).

Tras parar a tomar un cafe rápido en Cantalejo nos lanzamos a la aventura, somos un poco desastres y no solemos informarnos muy bien antes de nuestros viajes, el caso es salir, así que seguimos la señales de la carretera y damos en el clavo, nuestro objetivo para esa mañana era hacer una suave ruta de senderismo a orillas del rio, y no sabemos como, pero fuimos a dar en el punto exacto, en el inicio de la Senda de la Molinilla. La carretera nos llevo sola hasta allí y después de aparcar en una zona habilitada, junto al puente de Villaseca, iniciamos el recorrido.

Senda de la Molinilla - Hoces del Duratón (Segovia)

La ruta esta muy bien señalizada y no conlleva ni peligros, ni grandes esfuerzos, de hecho en nuestro grupo iban niños a partir de 6 años y aguantaron muy bien los casi 4 kilómetros de ida y vuelta por los que transcurre. Dejamos el rio a nuestra derecha, a nuestra izquierda la pared rocosa, y nos adentramos en un tupido bosque con cerca de diez especies diferentes de árboles, las inclemencias meteorológicas y el desgaste han derribado varios hacia el río y forman improvisados puentes naturales entre las dos orillas, algún intrépido como yo osa a cruzarlos so pena de caer y terminar con la ruta antes de lo previsto, pero merece la pena dar un poco de emoción a la ruta. A mitad de camino la pared horadada de una cueva nos llama la atención y trepamos hasta ella, es la Cueva del Cura (es bonito adentrarse con algún niño/a que nunca estuvo en una de verdad y ver su expresión). Seguimos con el paseo tranquilo y relajado, de agradable conversación, a ver quien prefiere pasear y hablar con sus amigos por la Gran Vía de Madrid. El silencio se rompe con el canto de los pájaros o el saltar de los peces y de vez en cuando una grandes y silenciosas sombras nos hacen mirar arriba desconfiados. Tras casi dos horas de tranquilo paseo ya estamos de vuelta en los coches dispuestos a cumplir con nuestro segundo reto del día, visitar las Hoces del Duratón desde arriba.

Señalización de la Ruta

No tardamos mas de 10 minutos en coche hasta llegar a la aldea de San Frutos, desde allí un camino pedregoso y polvoriento se supone que nos va a llevar al paraíso, a simple vista parece que nos perdemos en la nada, llegamos a un parking habilitado y enfilamos a pie el mismo tortuoso camino cuesta abajo. Parece que atisbamos algo entre la maleza cuando de repente y de la nada aparecen ante nosotros las majestuosas figuras de dos buitres leonados que pasan planeando lentos y elegantes a poco mas de diez metros de nuestras cabezas. Excitados por la «aparición» corremos hacia lo que parece un mirador y sin darnos mucha cuenta de repente, nos encontramos ante un abismo de cerca de cien metros de altura, con la boca abierta y exclamando mientras observamos a decenas de esas gigantescas aves volar entre los cortados, acantilados y meandros que forma el río Duratón en su transcurrir por aquella zona. Cuando por fin podemos articular palabra comentamos todos los detalles: «mira es buitre que viene hacia aquí» , «que altura hay hasta el rio» , «¿eso que son, piraguas?», «¿habéis visto aquella ermita al fondo?»…..

Mirador a las Hoces del Duratón cerca de San Frutos

Hay mucha gente, seguimos con la mirada su caminar y todos van o vienen del mismo lugar, la Ermita de San Frutos, así que continuamos el camino, que es de poco mas de un kilometro y cuesta abajo, pero estamos en el medio de un gran meandro que forma el río y tenemos barrancos a derecha e izquierda, por lo que todos ralenizamos nuestro camino zigzagueando para ver aves, río, pescadores, paisajes y mas. Tras cruzar un pequeño y vertiginoso puente de piedra que salva una profunda grieta que asoma al vacío, llegamos a la Ermita que esta en el final del meandro a modo de vigía o guardiana de la zona.

Hoces del Duratón con San Frutos al fondo

Por la cabeza de todos tarde o temprano pasa la misma pregunta, ¿Que hace aquí una ermita? O ¿Quien y porque construyo esto en un lugar tan remoto?…en este enlace os cuentan la historia: http://es.wikipedia.org/wiki/Ermita_de_San_Frutos_(Carrascal_del_R%C3%ADo La construcción parece imposible ya que esta levantada junto al mismo acantilado como si fuera una extensión de su pared. Tenemos que atravesar sus muros semiderruidos para llegar hasta el final, todas las vistas y estampas son de foto y tras pasar por la ermita románica muy bien conservada, salimos de nuevo por la parte de atrás y llegamos al «al fin del mundo» , allí el rio hace una pronunciada curva y ya no hay escapatoria, si la Ermita parecía imposible, mas aún lo parece el cementerio que hay a menos de diez metros del abismo, eso si que es descanso eterno e un lugar de paz y tranquilidad. Desde arriba se aprecian los ecos de diminutos pescadores y piragüistas (hacerlo en piragua es un reto que dejamos para la primavera, con mas agua y mas verde seguro que es mejor si cabe).

Entrada a San Frutos

Que mejor que unas buenas fotos desde allí para hacerse a la idea

Cementerio de San Frutos en las Hoces del Duratón

Hoces del Duratón

Meandro en la Hoces del Duratón

Cortado desde el puente de acceso a San Frutos

La vuelta es cuesta arriba y esa mañana la paliza caminando ha sido importante, pero de nuevo lo agreste del paisaje y el planear de los buitres distraen nuestro camino, así sin darnos cuenta estamos en el coche. La elección del menú para recuperar fuerzas ha sido muy fácil, estamos en la tierra del lechazo asado, lo difícil ha sido elegir el lugar, ya que muy cerca tenemos varias localidades y restaurantes donde lo hacen de lujo, Sacramenia, Sepulveda, Riaza, Cantalejo , Turegano o Pedraza, vamos a Sepulveda, para asegurarnos la calidad del producto elegimos un restaurante de la Asociacion de Asadores de Lechazo de Castilla y León (http://www.asadoreslechazo.com) que mantienen viva la tradición del asado de Lechazo de Castilla y León en horno de leña.

Asadores de Lechazo de Castilla y León

La comida se alarga por el cansancio y la buena mesa y para bajarla no hay nada mejor que un buen paseo por la Villa que aun conserva cierto encanto medieval en sus murallas, palacios y calles de piedra, muchas de las cuales van a dar a bonitos miradores sobre los incipientes cañones del rio Duratón.

Vistas de Sepulveda

Detalle de Callejón de Sepulveda

El día llega a su fin, y es la hora de buscar aposento, en cualquiera de las localidades mencionadas encontramos alojamientos de turismo rural de todo tipo , de alquiler completo o por habitaciones, pequeñas y grandes, tradicionales casas rurales o lujosas Posadas Reales, es una zona donde el turismo rural ha evolucionado mucho y la calidad ha ido a la par (podéis buscar y reservar vuestro alojamiento en la Central de Reservas de Turismo Rural de Castilla y León (http://www.castillayleonesvida.es/turismo/listado_casas.php). Otra buena opción es ir a Segovia a dormir a alguno de sus numerosos hoteles y el día siguiente hacer una gran ruta patrimonial en una de las principales Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.

La provincia de Segovia tiene mucho que descubrir, y la elección para el segundo día esta muy difícil, que hacemos visitamos Segovia y su patrimonio, hacemos turismo activo, vamos al Real Sitio de la Granja a ver el Palacio o la Fabrica de Cristal, o nos acercamos al Palacio de Caza de Rio Frío, subimos una montaña o comemos un cochinillo, las opciones son muchas, tantas que Viaje al Interior las probara todas y la contara aquí en vuestro sitio de viajes de Turismo de Interior.

Esperamos que os guste, gracias por leernos.